La piel del Libro (La otra oportunidad)

(la otra oportunidad)
Estándar

Yadira es una de esas personas escépticas que no creen en cosas de religión, fantasmas, brujería o cosas así, a todo le encontraba lógica.

Pero no sabía que su vida estaba por dar una vuelta que cambiaría todo.

Ese día temprano, en la calle una gitana se le acercó para leerle la mano y ella no se lo permitió mientras le miraba y se reía de ella; por lo que la mujer encorvada y con aspecto desalineado le dijo mientras le apuntaba con el dedo: “PRONTO… EN LA PIEL QUE TOCARAS ENCONTRARAS LA VERDAD Y CUENTA TE DARÁS… LO QUE HOY RISA TE DA, MAÑANA PÁNICO TE DARÁ… ENTENDERAS QUE EN LA VIDA HAY MUCHO MAS DE LO QUE TUS OJOS VEN” …

Más tarde encontrándose aburrida en su casa, sola y enfadada por no encontrar nada en la televisión, decidió ir al área comercial de la ciudad, para distraerse por esa tarde…  después de llegar a la zona vieja de la ciudad comenzó a recorrer las calles donde están los negocios más variados… entrando en uno y otro solo viendo… de pronto, uno llamo su atención; era un local pequeño que ofrecía cosas de espiritismo, hierbas y amuletos. Sintiendo como si alguien le llamara de aquel lugar y aunque desviaba su atención poniéndose a ver en otras cosas volvía a voltear al pequeño local; por lo que ella pensó: “que cosas, porque me llama la atención si no creo en nada de eso” …

Venciendo su natural curiosidad más que su razón, encogiéndose de hombros decidió e ingreso por primera vez a una tienda de esas.

Una vez dentro le atendió un joven, quien, dándole la bienvenida, pregunta que era lo que buscaba.

Yadira, (con una sonrisa de duda y sorpresa por encontrarse ahí) le dijo que solo miraría por el momento, entre discretas sonrisas de burla hacia el dependiente, estuvo mirando los amuletos y velas preparadas, así como objetos varios que se usan en la magia. Recorriendo el lugar sonriendo ante las cosas que se encontraban ahí, una vez que le dio la vuelta al pequeño local, casi llegando al mostrador de nuevo, revisando el gran librero que se encontraba en la pared, frente al mostrador, sonreía viendo los títulos de los libros; algunos viejos otros nuevos, grandes y pequeños de ediciones únicas, se topó con un botadero de libros que se encontraba frente al mostrador y que no había visto. Los libros se encontraban en una gran pila y los había de todo tipo como espiritismo, brujería, hechicería, meditación etc. De entre la gran pila desordenada de libros, algo llamo su atención, algo bajo los libros brillaba, al principio pensó que era alguna lámpara debajo de los libros para darle un toque místico, y se volteo hacia el fondo de la librería cuando escucho su nombre “Yadira”… (como si alguien le llamara con un  susurro, algo apenas audible, algo que le erizo la piel ya que el tipo del lugar no podía saber o adivinar su nombre), volteando hacia el tipo que se encontraba de espaldas a ella, sumido en un libro en el mostrador y demasiado lejos para poder susurrar como había escuchado, llevando su mirada entre el botadero de libros, el dependiente y los anaqueles del local que se encontraba solo en ese momento;  veía como en el botadero una luz blanca verdosa salía de la parte baja de los libros y acercándose a este se da cuenta que el susurro no proviene del dependiente que estaba ensimismado en el libro que leía, la pobre mujer se ponía nerviosa cada vez más al escuchar su nombre salir de entre los libros “Yaddiirrraaaa!!!… una voz suave pero profunda por lo que tomando valor de su propio miedo comenzó a acercarse hasta quedar frente al botadero y volteando al dependiente le pregunta…

“No escucha eso?, ¡¡oiga!!, ¿Acaso no mira esto? Mientras señala los libros, y el dependiente haciendo una mueca dice: “si, así los dejan siempre la gente que no compra nada, y no levante la voz, que le escucho perfectamente”; agachándose de nuevo en su revista sin darle más importancia.

Extrañada y con la idea que fuera una broma del tipo, ella se puso a remover los libros poco a poco notando qué la luz se hacía más fluida a cómo iba removiendo los libros en el botadero, el leve brillo se comenzaba a hacer más intenso a como movía los libros, los murmullos se volvían ininteligibles pero más rápidos como si alguien le estuviera dando indicaciones en otro idioma; de pronto se detuvo y volteando al fondo del local porque sentía que alguien le miraba desde ahí, no viendo nada regresa su vista al botadero y continua removiendo libros acomodándolos en la mesa junto a este hasta llegar al fondo del botadero donde vio que el brillo provenía de un libro viejo.

Sin pensarlo lo tomo sintiendo un escalofrió que le recorrió desde la mano hasta el último centímetro de su ser; todo el cuerpo le temblaba mientras sentía una necesidad de comprarlo sin entender el porqué.

El libro dejo de brillar al tenerlo en sus manos, pensando al estarlo viendo (ella que no creía en eso compraría un libro viejo), siéndole atractivo los detalles del libro que tenía la portada de madera con recubierta reseca al parecer piel en color café ocre, al ponerlo en el mostrador, el dependiente vio el libro y luego a ella, sorprendido, le pregunta… – ¿segura que llevara este libro señorita??-  a lo que ella con la seguridad en la voz, le responde, sí!, por qué??

Solo preguntaba, me ha llamado la atención ya que este libro tengo con él desde que abrí la tienda hace nueve años, lo adquirí en una subasta, junto con un lote de libros varios, es muy viejo, creo que, del siglo XVIII, pero no tengo más información de él, nadie lo ha querido, principalmente por la lengua, para serle sincero nunca lo he leído o intentado traducir, pero si lo escogió es porque debe conocer el alemán y le será fácil para usted, ¿cierto?

Pero siendo sinceros me da más miedo, cuando lo compre en España poco antes de abrir; pensé que sería una buena inversión para sacarle algo de ganancia, pero al ver que no sale lo fui bajando de precio hasta el que tiene hoy, pero nadie lo quiere, sonriendo el dependiente dijo: parece que estaba ahí para usted.

Yadira, haciendo una mueca a forma de sonrisa no respondió y pagando el libro salió del lugar y se dirigió a su casa. En cierta forma con desesperación por llegar.

Una vez en su casa comenzó a revisar el libro, viendo que era tan viejo como el dependiente le había dicho.

En las caras internas de la portada y contraportada, tenía nombres, ciudades y fechas, en las cuales la primera anotación correspondía al año de 1640 en Wetzlar, Deutschland; 1673 en Atenas, Grecia. Y de ahí seguían otros lugares como Londres, Berlín, Roma, Madrid, Paris y muchos más… atrajo su atención la anotación de la Cd. de México y el año de 1729. Así como de Puebla en 1815. Y miro que la última fecha y lugar inscritas fueron Orleans, Francia en 1950.

Comenzó a leer el libro y se preguntó porque un libro escrito en español, estuviese en todos esos lugares, en la primera página que se encontraba amarillenta por el tiempo, se leía claramente: “TRATADO DE MAGIA” …

Comenzó a leer estando toda la noche, bien do que las fórmulas que según las anotaciones parecía que todas estaban hechas para ella y sus necesidades, -pensando que sería un error o coincidencia- (todo el libro estaba en manuscrito y tenía fechas que concordaban con las de la lista), así como tratados de magia, conjuros y llamados a seres espirituales…. Yadira, comenzó a leer los tratados y conjuros sintiendo un escalofrió, pero no le dio mayor importancia, decidió guardar el libro por el momento…

Al día siguiente, olvidando por completo el libro se dedicó a hacer sus cosas de rutina, pero todo el día estuvo con la sensación de que alguien le seguía y le miraba, pero viendo la gente pasar junto a ella, aunque nerviosa no le daba importancia… por la tarde al llegar a su casa, se dio cuenta que el libro no se encontraba donde ella lo dejo, y llamando a su esposo, le pregunto si había tomado el libro y donde lo había dejado, confundido este le contesto que ahí lo había puesto en el librero y que no entendía como compro un libro que no podía leer ya que estaba escrito en alemán, ella mirándolo extrañada, y sonriendo le dijo que le gusto el diseño de las portadas y por eso lo había comprado…

Tomando el libro, se salió a la pequeña terraza que tenían en el segundo piso y tomando un trago a la taza de café mientras volteaba a ver a su esposo que se dirigía a la recamara, diciendo en un rato más voy… abriéndolo vio que estaba en español, por lo que frunciendo el ceño recordó lo que le habían dicho su esposo y el de la tienda donde lo compro, “está en alemán”. Pensó que en una coincidencia ambos le habían jugado una broma con lo del idioma.

Sentándose y viendo hacia el cielo negro encapotado de nubes suspira y comienza a leer, al llegar a una página que decía  “llamado o invocación”, este título, atrajo su atención, cerro el libro y pensando un par de minutos, salió de su casa y se dirigió a la misma tienda donde lo compro y comenzó a tomar cosas como velas, sal negra, incienso y otras cosas que leyó en el libro… saliendo del local se detuvo en la banqueta y pensando en que era lo que hacía… escucho la misma voz que escucho llamarle cuando compro el libro, una voz suave que al oído le dijo “hazlo”, sorprendida por eso, ella volteo para todos lados y comenzó a pensar racionalmente, diciendo que fue un carro o el viento, restándole importancia una vez más. Se fue rumbo a su casa, y comenzó a preparar todo en el cuarto que no usaban y espero, siendo las doce de la noche, sabiendo que estaría sola ya que su marido tuvo que salir de urgencia por un problema en su trabajo y le llamaron.

A la luz de las velas que encendió, tomo el libro, que en dos días se había vuelto para ella algo que no entendía, pero se sentía atraída por él, y abriéndolo vio que decía la frase “ESCRIBE AQUÍ TU NOMBRE” sin pensarlo tomo una pluma y anotando igual que los demás:

“YADIRA, MEXICALI, B.C. 12 ABRIL 2014. Y sorprendida vio como el libro solo comenzó a escribir las instrucciones de qué hacer con lo que se compró y sin demora comenzó a seguir las instrucciones…

En ese momento fue que comenzó a sentir temor y un escalofrió o corriente eléctrica que salió del libro le comenzó a recorrer la piel y los brazos hasta el último rincón de su cuerpo, no le daño pero ella se sintió como ausente del dominio de su cuerpo, se sentía como si no estuviera en ese lugar, volteaba a todos lados sin ver nada específicamente, en el estado que se encontraba comenzó a escuchar voces tenues que no entendía lo que decían, estaba presente y viendo todo lo que hacía, su cuerpo comenzó a tomar autonomía haciendo las cosas sin que ella lo deseara, comenzó a dibujar en al piso del cuarto, y con miedo también ya que su mente le decía que algo andaba mal, que eso no era posible, al mismo tiempo en sus oídos escuchaba unas voces que recitaban unos cantos u oraciones que no entendía así como al ras del rabillo del ojo veía que alguien estaba a su lado pero no lo distinguía, solo veía una sombra…  sobre su brazo y mano veía una especie de bruma que lo rodeaba y hacia lo que ese ser quería, se sentía encerrada en su propio cuerpo, no entendía como paso.

Su cabeza aunque estaba metida en lo que hacía y una parte de ella lo quería hacer, su parte racional le decía que lo paranormal no existía pero sentía en lo profundo de su ser un miedo que poco a poco se volvía más fuerte… mil cosas pasaban en su cabeza al mismo tiempo temor, angustia por lo que hacía, curiosidad, y desesperación porque algo ajeno a ella estaba controlando su cuerpo, haciendo cosas que no entendía; alguien escéptica como ella… si, comenzó a sentir miedo de algo que decía no existía.

Una vez terminado del dibujo que estaba haciendo, sintiéndose a la vez liberada y exhausta,  se dio cuenta que se encontraba en el centro del diseño que había dibujado… el libro que se encontraba cerrado en su mano; de pronto soltándose de ella cae a sus pies y abriéndose solo, recorrió las hojas rápido hasta una página en blanco y comenzando a aparecer las palabras ella las fue leyendo en voz alta: “YO, YADIRA; TE LLAMO, YO, YADIRA; TE INVOCO Y CONVOCO, ACUDE AQUÍ Y MANIFIESTATE EN ESTE CIRCULO FRENTE A MI…”

Un olor un tanto extraño, como a huevo podrido comenzó a enviciar el aire en el cuarto a la vez que una brisa comenzaba a mover las flamas apagando seis de las nueve velas que tenía en la habitación, teniendo una sensación de ya no estar sola, se giró sobre si encontrando que detrás de ella había alguien, encontró un anciano, viendo cómo se acercaba a ella vestido con ropa sencilla, asustada, pensando que alguien se había metido a su casa; pero envalentonándose pregunto: ¿quién eres?  como entraste?

El anciano, con una mueca por sonrisa respondió “cuida tus palabras mono”, “tú me has llamado” (dijo mientras apuntaba al libro), “sabes quién soy, así que, vamos, mono, solo di mi nombre”. El hombre que se encontraba a poco más de un metro de ella comenzó a caminar alrededor de ella volteando hacia abajo, viendo la estrella dibujada por Yadira en el suelo, ella dándose cuenta de esto le pregunta: este círculo me protege de ti, ¿verdad?, a lo que el sin contestar solo levanta la mirada mostrando unos ojos vacíos con un brillo amarillo en el centro de las cuencas como si fueran sus ojos una representación de las llamas del mismo infierno.

avanzaba como en una espiral acercándose a ella en cada paso, quedando de frente a ella parado en alguna línea de la estrella, el anciano, enderezándose y sonriendo abiertamente a ella hace una seña con la mano hacia Yadira, ella que tenía el libro sostenido siente la presión en sus manos al abrirse y revoloteando las hojas queda abierto en la página que tenía el llamado que estaba realizando; El cual se abrió, ella sorprendida miraba como aparecía el nombre manuscrito pero legible y letra grande: “NOSFERATU”.

Leyendo el nombre en voz baja a la vez que sorprendida dio un par de pasos hacia atrás, quedando fuera del círculo, entonces el anciano entro a él, comenzando una transformación, rejuveneciendo ante los ojos de Yadira, volviéndose un joven pero con el rostro deforme, por lo que ella se asustó más, el ser, al ver el rostro del miedo en ella, paso su mano por la cara componiendo las facciones a lo que después le dijo, “como vez, este círculo de llamado y protección no es para ti, mono… es para mí…” aquí soy más fuerte”, y dando un chasquido, las velas que había colocado se encendieron emitiendo unas lenguas de fuego elevadas como si se alimentaran de algo en el ambiente que avivara la flama a más de medio metro sobre los pabilos de las velas, el ser que se presentó ahora si en forma con ella, le dijo “por lo que acabas de hacer al formar este círculo de poder y llamarme para que me liberara de este libro… Un presente te daré” …

y estirando el brazo que terminaba en una mano de dedos huesudos con largas y filosas uñas, que al extenderla dejo ver una pequeña bolsa de tela aterciopelada  anudada con un cordel de plata trenzado; “nadie de este o cualquier plano te molestara si esto contigo llevas, pero, existe una condición… tu curiosidad debes frenar o este regalo se destruirá” (decía el ser mientras Yadira con temor tomaba el pequeño saco mientras escuchaba atenta lo que le explicaba), “todo lo que desees, bueno, malo, persona u objeto; este presente te dará”…

“Pero si por curiosidad lo abres, este volverá a mí”,

“esto es tuyo y solo para ti, cuídalo y ocúltalo contigo siempre porque si por accidente, alguien lo observa, solo desaparecerá”,

“El te dará lo que le pidas en valores, para lo que tu desees, cuida no pedir más de lo que te puedas gastar, porque ese dia antes de que amanezca lo tienes que gastar, o solamente desaparecerá lo que pidas de más”.

“¿Entiendes, mono?”

“Solo una regla más, lo que pidas… no es para ayudar a nadie ni para limosna debe llegar, porque ellos jamás lo disfrutaran y tú lo pagaras”. “Este es el pago por el favor de usar tu cuerpo y tu mente para llegar aquí.”

Ella más sorprendida que con miedo ante la situación, viendo la bolsa, y volteando a ver al ser, sin poner mucha atención a lo último que le decía, pregunto, ¿porque yo?

Nosferatu, mirándola a los ojos, responde: “porque solo un mono parlante sin fe, es capaz de hacer un portal fuerte, su falta de fe permite hacer lo que hice contigo, manipularte para hacer estas cosas y poder liberarme de mi prisión de siglos”.

Ella con la lógica de su vida en la cabeza ya sin miedo ante el ser, y paseando su mirada entre el saco que tenía en una mano, el libro que se encontraba a sus pies, buscando la lógica a las cosas, le pregunto: “que tiene este libro que me sentí como si no fuera yo??”

Nosferatu dentro del círculo, con forma y rostro más humano, le respondió, “el libro está hecho con papiro milenario creado por los hechiceros y brujas más grandes de las culturas más antiguas del mundo; sus caras son de madera de árboles sagrados en las cuatro esquinas del mundo y atados con resinas naturales, su cubierta es de piel humana, la piel del que lo creo, su creador dio su vida y su piel para cubrir las tapas del libro, el libro tiene el poder de disuadir la fe y la lógica, siempre espera al indicado, fui encerrado en el cómo muchos más de mis hermanos astrales para darle el poder y cada uno de los que estamos ahí, esperamos al indicado que ahora fuiste tú para liberarme a mí.”

¿Pero porque esto?, los creyentes dicen que eres un demonio horrible, pero te veo como cualquier persona normal, repito mi pregunta, ¿porque esto?, ¿¿porque tener que hacer esto si se supone que eres poderoso e inmortal?

El, ya en una forma de mortal, viéndola a los ojos con sus ojos totalmente negros y esa pequeña llama amarilla en el centro de ellos, que hacían sentir a Yadira un vacio profundo en su alma, le dijo: “porque soy un ser creado, no un dios, solo los dioses son todo poderosos e inmortales, yo como muchos más necesito venir a este lugar a tomar fuerza y llevarme almas mortales para que alimenten mi esencia, y sus patéticas almas me den fuerza para generar el dolor y la destrucción que uso como alimento a mi ser, pero también como cualquier ser creado tengo que seguir reglas y una es no matar a quien me ayuda, por eso es que te dejo vivir y te doy este regalo como pago por tu ayuda, es decir, tu escepticismo es el que te deja vivir ahora con la fe de un creyente sembrada en tu mente ante lo que acabas de ver”.

Y saliendo del circulo dice con voz grave que sonaba como si tronase la casa, o los truenos de una tormenta fuesen su voz, dijo: “es tiempo de irme” … y estirando su mano dice “el libro, entrégamelo”.

Ella sin analizar lo que hacía y tratando de entender lo que estaba pasando solo estiro la mano entregándoselo, en el último momento teniendo el libro tomado por ambos dice Yadira: –solo una última pregunta – esto se ve muy fácil, explícame porque y que tengo que ver yo, sigo sin entender”.

Suspirando Nosferatu le responde: “inútil mono, tu función ya está hecha, necesitaba el circulo para poder estar aquí, el libro era mi cárcel y el medio para hacer esto, tu recompensa la tienes en tus manos, y la mía es que con el tiempo vendré a castigarte por no cumplir el trato, o tu curiosidad lo hará por mí y entonces te darás cuenta que la fe nacida de un acto como este es más verdadera y parte de la vida que la fe enseñada por tradición, y que es por ella que esta salva de mi…

Una vez con el libro, salió el demonio del domicilio, perdiéndose en la noche, después de todo lo acontecido, Yadira entendió las palabras del demonio después de que se fue. Comenzando a temblar y sudar de miedo pensando en lo que pudo haberle pasado si se hubiera equivocado… en la sala de su casa, viendo el pequeño bulto que le dejo, sonriendo dijo quisiera mil pesos, sintiendo como en el bolso de su pantalón algo se movió al meter la mano, saco varios billetes siendo estos lo que pidió…  ante el hecho y olvidando las palabras de Nosferatu, ella pidió diez mil pesos, viendo que en las bolsas se formaban los fajos de dinero, al día siguiente el dinero que había dejado en su bolso ya no estaba, solo se había esfumado, por lo que decidió salir de compras, pensando “al cabo que la bolsa no se acabara” y dio rienda suelta a su ambición y codicia comprando ropa y cosas para ella, y así por varios días olvidando poco a poco las palabras del demonio y cada vez pidiendo más y más dinero, al cabo de los días llego el esperado día en que pidió más dinero del que podía gastar y asi estuvo por una semana con excedente de dinero el cual se desvanecía por la mañana, hasta que una noche estando sola en casa, del cuarto donde había hecho el llamado, salió un ente de aspecto de mujer, pero con las ropas roídas y con el cabello ensortijado, así como una piel pálido verdosa estirando las manos hacia Yadira dando un zarpazo en el antebrazo sintiendo ella como le quemaba está herida, y volteando a ver al ente que se le había aparecido vio que este no tenía ojos y su boca era enorme y con colmillos afilados en vez de dientes, dando un grito de miedo y queriendo correr tropezó con la mesa de centro lo que provocó que cayera y girándose no vio a nadie en la habitación pensando que había sido una alucinación; pero el dolor en el brazo le hizo volver a la realidad. Escuchando en ese momento la voz de Nosferatu que le dijo: “este es el primer y último aviso, ya se te permitió no cumplir las reglas, pero ya no más”.

A partir de ese día ella comenzó a cuidar el manejo del dinero al grado que de él no daba ni propinas solo utilizaba el dinero para cosas que ella deseaba, días después de esto, Yadira fue de compras y teniendo el dinero que su esposo le había dado y lo que pedia al costalito, habiendo realizado sus compras paso por frente de unas monjas que solicitaban donaciones para un orfanato dio parte de lo que le quedaba pensando en el momento que rea del dinero de su esposo y no de lo que ella pedia, por lo que no le dio importancia a las reglas que le dieron.

Esa noche a las doce y cuarto llego un demonio menor que llamándola por su nombre haciendo que ella despertara y viéndole pregunto: “que pasa, que haces aquí” … el demonio, sonriendo le dice “se te dijo la regla para que la respetaras, pero siempre los monos hacen lo que les da la gana, es tiempo de pagar por lo que has guardado y no has gastado, así como por el dinero que diste a limosna”, “buen gesto, pero sin limosnas”, “recuerda… solo lo que te puedes gastar en un día” … “Así que este es el último aviso que tendrás, la próxima vez todo lo otorgado te será retirado”

“Por solicitud de Nosferatu es un aviso, la próxima vez el cobro será acto por acto y peso por peso”, desapareciendo junto con el dinero que tenía en el buro…

Ella al día siguiente quiso ir a una iglesia pero como siempre se reía de quienes lo hacían, su nueva fe le creaba el miedo a que alguien de quien se había burlado se riera de ella o se lo echaran en cara, así que parada en el atrio de la iglesia, viendo hacia el interior y después volteando al carro que acababa de comprar pensó en una mejor solución, así que tomando la mejor decisión salió de la ciudad, llegando a la mitad del camino en el desierto cerca de un rio, estacionándose ahí, comenzó a caminar hacia el desierto que se abría en todo su esplendor, camino aproximadamente unos cien metros, ahí colocándose de rodillas comenzó a hacer un hoyo con las manos en la arena, colocando el saco que le fue dado y diciendo: “esto no me pertenece y al no poderlo dar a los demás lo que me das, te lo devuelvo ya que con el no quiero estar.”

Poniéndose de pie y al comenzar a avanzar al carro, vio que tras una roca apareció Nosferatu quien le pregunto “porque regresas a la tierra lo que a ella no pertenece, cuando un regalo de gran poder te ha sido dado, es malo devolverlo”. Ella viéndolo, dijo: “he sentido temor y miedo al verte y sentirte cuando te hiciste hombre o lo que seas, he aprendido de ti que existe lo que creía cuentos y que no temía, créeme, he aprendido a temerles, esto no es para mí… ya que sería egoísta no poder compartirlo con los demás teniéndolo, así que te lo regreso no lo quiero más” dando la espalda avanzo a su vehículo, dejando al demonio parado en el desierto al pie de la carretera, Nosferatu, riendo a carcajadas dijo: “ Yadira… (y levantando el libro, que comenzó a desvanecerse en su mano, mientras ella se alejaba rápido del lugar), EN LA PIEL DEL LIBRO QUE TOCAS, MIEDO SENTIRAS, Y COMO TU… ALGUIEN MAS VENDRA POR EL, RECUERDA QUE SIEMPRE GANO, TENGO TODO EL TIEMPO DEL MUNDO”, y comenzando a caminar hacia el interior del desierto y poco a poco fue encorvándose tomando de nuevo su forma de anciano que comenzó a desvanecerse….

2 comentarios en “La piel del Libro (La otra oportunidad)

Deja un comentario